Como nos dice el propio autor:
"Con el creciente protagonismo de la tecnología en el tiempo libre de nuestros niños y niñas, la tradicional forma de jugar en la calle o en el parque se ha ido perdiendo, dejando en el olvido aquellos juegos clásicos infantiles que antaño eran la opción más divertida para socializar y relacionarse. Juegos que utilizaban materiales sencillos y, sobre todo, la imaginación. Un aro, unas canicas, una cuerda, un saco, una simple tiza… y la compañía de otros niños y niñas, bastaban para disfrutar y ser felices".
Desde el Ateneo os invitamos a visitarla, a que os dejéis llevar por esa mirada del autor que perfila con un "simple" lápiz, los recuerdos de una infancia mágica y enriquecedora. Y que llevéis a vuestros hijos o nietos, que también dispondrán de la información de los juegos en los modernos códigos QR explicativos. No os arrepentiréis de vuestra visita.