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La propuesta de la
dirección del Ateneo para visitar Requena y Utiel tuvo una buena
acogida y pronto se vieron desbordados al recibir 46 solicitudes de socios y simpatizantes. No sabemos si fue por lo atractivo de la oferta, o por el deseo
de saborear los caldos de la “Plana de Utiel” o porque ya consideremos como norma que mensualmente
nos propongan un viaje cultural que nos
haga disfrutar de compañía, mesa y cultura.
Nuestro ya amigo
y guía Mateo, tras las palabras de bienvenida, nos fue informando a lo largo
del viaje las características generales que definen a la “Plana de
Utiel-Requena”. En principio pertenecían
a Castilla en concreto a la extensa provincia de Cuenca y por ello su
territorio es conocido como la «Valencia castellana». Que el término «plana» no
se ajusta al relieve de la comarca y que Requena y Utiel comparten historia, y
administración. Actualmente estos dos ayuntamientos, para promocionar el
turismo, han puesto en marcha el “enoturismo”,
que ofrece un programa completo en el que se equilibran la gastronomía, el patrimonio y la
naturaleza, siendo el vino con sus 5.000
viticultores y 110 bodegas, el motor
económico de la comarca.
Comentó que no
siempre la vid fue la fuente de la
economía de la comarca, ya que Requena, en el siglo XV y XVI albergaba 900 telares de producción y manufactura de la seda, aprovechando los
bosques de morera y la oportunidad que ofrecía el puerto de Valencia para la exportación. Hoy, la Casa-Museo de la seda, forma parte de
su oferta turística, mostrando la vivienda tal como era, y ofreciendo artículos confeccionados con tan preciado género.
Nos indicó que la plaga de la filoxera en Francia propició la plantación de vides, convirtiendo a Requena en
su principal proveedor.
En Requena nos esperaba la guía del pueblo
para mostrarnos las 22 cuevas que se encuentran bajo la Plaza de la Villa, de época musulmana, de los siglos XII y XIII, y habitadas hasta el siglo XVII en que se
derribaron para construir los edificios públicos de la plaza.
Nos detuvimos en
las fachadas de la iglesia de Santa María, de estilo gótico y barroco, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora. Es “Bien de Interés Cultural” y
desde principios de este siglo no se encuentra dedicada al culto; se usa para
albergar grandes exposiciones y como sala de conciertos.
Caminando por las encrucijadas de sus calles, divisamos el Monumento Universal a la Vendimia, la
Plaza de Toros y el Teatro Principal.
El restaurante “Lo Tollo” fue el elegido para almorzar y debemos felicitar a los que lo eligieron porque nos sirvieron un arroz al horno, carrillada y un delicioso “postre de la casa” que solo restaurantes de muchos tenedores pueden ofrecer. Gracias.
Tras el
café y la tertulia nos trasladamos a la Ermita o Santuario de la Virgen del
Remedio, en plena Sierra de Utiel o del Negrete, a 1.092 metros sobre el nivel
del mar. Es un paraje único entre pinares, donde se venera a la Virgen del Remedio,
Patrona de la Ciudad. La saludamos con un beso y una plegaria, rogando que nos
guarde y proteja.
El corto trayecto hasta llegar al “Palau i la Torre”, sirvió solo para
recordarnos los próximos eventos de “els primers dimecres de més “ interrumpidos por algunos gritos de “Gol” del Valencia C.F. Seguramente nos veremos pronto de nuevo, pues se “quiere considerar como
norma que mensualmente nos propongan un viaje cultural que nos haga disfrutar de compañía, mesa y cultura”.
Félix Garrido Gil